Ho’oponopono para Sanar y Mejorar la relación con nuestros Hijos es la herramienta adecuada y con mejores resultados. Muchas veces la relación con nuestros hijo se torna algo complicada, y esto se nota aun mas cuando llegan a la adolescencia. El hooponopono nos puede ayudar a sostener y mejorar esa relación que aveces parece no tener salid, sigue leyendo para saber como.
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Hooponopono y los Hijos
Si eres padre o madre, seguramente te verás reflejado en la relación con su hijo, su carácter, cualidades y en muchas actitudes. Sin duda cuando nos llevamos mal con alguno de ellos nos duele y no sabemos que hacer. Por eso duele y por eso no queremos ser responsables de ello.
A menudo nos aprovechamos de nuestro poder de padres para culpar a nuestros hijos por su comportamiento, en lugar de intentar darnos cuenta de que lo que vemos en ellos habla por nosotros.
4 Claves para Mejorar la relación con un hijo usando Hooponopono.
A continuación veras las claves principales para poder llevarte bien con ese hijo de te causa problemas y miedos, claves de las técnicas usadas en Hooponopono, mira:
1. Suelta los Miedos
¿Tienes miedo de perder a tu hijo? ¿Que el te odie y no te quiera? Si quieres ver cambios externos (fuera de ti), si de verdad quieres estar bien con el debes, dejar que duela sin resistirlo ni querer escapar del dolor, se como un observador de esos miedos, solo eso.
Sin sentimientos de culpa, pero si siendo responsable de dejar que ese sentimiento este en ti puedes darte cuenta de que lo que ves es solo tuyo (miedo).
2. No lo enfrentes
Como se dice en Hooponopono lo que resiste, persiste. Al reaccionar antes una actitud de tu hijo solo estas resistiendo, estas reteniendo el dolor. Toda acción tiene una reacción pero si no hay acción tampoco reacción.
Para discutir se necesitan dos personas, cuando en una pelea o discusión no muestras resistencia y bajas la guardia la otra persona ya no tiene con quien pelear. Prefieres tener razón o ser Feliz!
3. No te pongas mal por el.
No eres una mala madre por eso, puedes ver que tu hijo tiene problemas, situaciones complicadas o difíciles que resolver, pero el no merece que tu estés mal por el, el merece verte bien. Es posible que en un futuro repita lo que aprendió en algún momento, y si aprendió a verte mal eso hará con sus hijos.
4. Suelta y confía.
Tu no puedes con esto, ya hiciste de todo y no pudiste, entrega el problema a la Divinidad. ¿Vas a seguir intentando resolver las cosas con el tu misma? peleando, discutiendo ¿Te ha dado resultado? Suelta, confía y sentirás esa alivio como quitarte un enorme peso de encima.
Mejor técnica de comunicación con un niño conflictivo
Como dice Mabel Katz el unico secreto, estrategia o como quieras llamarlo es mantener la boca cerrada. hay una gran diferencia entre aceptarlos y amarlos como ellos son, y no a pedirles a exigirles algo que no son.
Por eso es interesante el hooponopono porque trabajamos con nosotros mismos, si no nos queremos o no aceptamos lo que somos, mucho menos vamos a poder aceptar algo de los demás como nuestros propios hijos. Cambiamos primero nuestro interior y el exterior sera distinto.
¿Cómo cambia la relación entre nuestros hijos? Por Mabel Katz
En esta entrevista realizada a la misma Mabel Katz, ella hablas sobre su caso particular que tuvo con uno de sus propios hijos y como gracias al Hooponopono hoy en día tiene una relación maravillosa con ese hijo, mira:
Usa las Herramientas de Hooponopono
Lo mas recomendable es apoyarte en las herramientas de hooponopono, por que el intelecto siempre querrá arrastrarte de vuelta a los miedos, preocupaciones o inseguridades sobre todo en temas de salud.
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Reflexión final
Un hijo o un niño al igual que todo lo externo en ti, solo te muestra que no te has liberado de ciertas cosas, todavía existen en ti como un sello que no se borra si no haces nada.
Y la mala relación con nuestros hijos es eso exactamente, son memorias erróneas que están en nosotros. No es nuestro hijo, es lo que nosotros pensamos sobre nuestros hijos.
Lo que ves afuera son tus programas y memorias trabajando, si lo quieres parar debes mirar adentro. ¿Como hacerlo? Soltando y confiando!